Evolución del Ojo Humano
QUESTION: ¿Cómo explican los científicos la evolución del ojo humano?ANSWER:Aunque los científicos han aportado explicaciones para la evolución del ojo humano, la pregunta es: ¿pueden realmente explicar la evolución del ojo humano?
El debate comenzó en el siglo XVIII, con el teólogo William Paley. Él alegaba que era fácil diferenciar algo diseñado, como un reloj, de un producto resultante de un proceso aleatorio, como una roca. Paley también consideraba las cosas en la naturaleza que tienen un diseño aparente, incluso más complejas que un reloj. Por consiguiente, esas cosas eran inclusive mayores evidencias de diseño. Él usó el ojo humano como ejemplo de un instrumento de tal diseño, y lo comparó con un telescopio.
Richard Dawkins continuó el tema del reloj de Paley en 1986 con su libro: "El Relojero Ciego (The Blind Watchmaker)." Alegó que el ojo pudo haber evolucionado y que la selección natural es el relojero ciego. Los evolucionistas explican que inicialmente pudo haber existido un sitio sensible a la luz y ese lugar le dio una potencial ventaja de supervivencia, permitiéndole evadir animales de rapiña. Ellos postulan que mutaciones al azar causaron que ese sitio sensible a la luz cambiase a una depresión lo suficientemente profunda para hacer la "visión" más nítida. Esto es análogo a una cámara estenopeica. Postulan que eventualmente el sitio evolucionó a una retina, y un lente se formó delante del ojo.
En 1998, Michael Behe publicó un libro titulado: "La Caja Negra de Darwin." En este libro explicó cómo la evolución no puede explicar estructuras semejantes a máquinas, como el ojo humano, la célula, y otras que tienen lo que él denomina "complejidad irreducible." Define la complejidad irreducible como la complejidad mínima en la que todos los componentes tienen una función esencial, y que al faltar alguna de ellas, la máquina o el órgano no puede funcionar. Afirma que el ojo es un órgano irreduciblemente complejo. Utiliza una ratonera como ejemplo. Sin la presencia de todas las partes no se podrá atrapar ningún ratón.
La clave para identificar si la ciencia puede en realidad explicar la evolución del ojo humano es ver el tipo de ciencia que apoya esta afirmación. ¿Examina la ciencia evolutiva las posibles alternativas a la evolución y a la creación, y sopesa cuidadosamente la evidencia de la misma manera que un jurado lo hace en un juicio? Alternativamente, ¿asume la ciencia evolutiva un resultado específico, y trata de postular cómo pudo haber ocurrido el resultado deseado por ella? Este es, sin lugar a dudas, el enfoque tomado.
El tipo de evidencia científica que explica cómo el ojo pudo haber evolucionado es estrictamente especulación, sin ninguna evidencia sólida para apoyarla. De hecho, la evidencia sólida va en contra de esas especulaciones. El registro fósil no muestra ninguna evidencia de formas transicionales, las cuales abundarían si la macro-evolución fuera verdadera. Además, los extensos experimentos con la mosca de la fruta para demostrar cómo mutaciones al azar, combinadas con la selección natural, pudieron crear mejoras positivas en la mosca de la fruta, o crear una nueva especie de la mosca de la fruta, fueron total fracaso.
Alternativamente, la ciencia sólida, como el registro fósil, la explosión cámbrica, la imposibilidad matemática de que la primera vida se formara por azar a partir de sustancias químicas, y ninguna evidencia de que alguna especie específica haya jamás evolucionado a otra especie, con o sin la ayuda del hombre, apoya la creación y niega la evolución.
Los experimentos de Urey y Miller-- diseñados para demostrar cómo las sustancias químicas que constituyen los componentes primarios de la vida podían ser creados naturalmente en un medio reducido con una chispa eléctrica -- fueron también un completo fracaso, aunque originalmente fueron promocionados como un éxito.
Para ser tomados con seriedad, los evolucionistas deben contestar dos preguntas. Primeramente, deben explicar el origen de la vida. En segundo lugar, deben explicar cómo evolucionó toda la diversidad de la vida a partir de la vida original. Ellos no pueden contestar ninguna de las dos preguntas.
Alternativamente, los creacionistas o defensores del diseño inteligente, sólo tienen que explicar una sola cosa en su escenario, ya que no se requerirían dos pasos. La misma evidencia sólida enumerada arriba que niega la evolución, apoya la creación.