Catastrofismo contra Uniformitarismo

QUESTION: Catastrofismo contra Uniformitarismo – ¿Adónde conduce la evidencia?

ANSWER: El catastrofismo contra el uniformitarismo describe procesos alternativos que podrían ser los principales responsables de la formación de los estratos geológicos y de los fósiles incrustados. El catastrofismo fue aceptado como la única explicación posible hasta aproximadamente el siglo XVIII. El catastrofismo enseñaba que los estratos rocosos geológicos fueron principalmente resultado de catástrofes, como el diluvio de Noé. En ese tiempo James Hutton y Sir Charles Lyell propusieron la explicación alternativa del uniformitarismo. La teoría del uniformitarismo enseñó que el presente era la clave del pasado y que exactamente el mismo lento proceso que vemos hoy es responsable de la formación de todos los estratos rocosos geológicos.

Ya que con la teoría del uniformitarismo la sedimentación fue tan lenta, se requerían millones de años. Esto significó que las creencias bíblicas vigentes para aquel momento, de una tierra joven, de la historia reciente de la vida en la tierra, y del diluvio mundial de Noé, fueron desacreditadas. Adicionalmente, el uniformitarismo colocó la base para la Teoría de la Evolución de Darwin, la cual también necesitaba una tierra vieja para ser creíble.

De manera que el uniformitarismo destronó al catastrofismo, y la evolución destronó al creacionismo bíblico, y las dos se convirtieron en las teorías dominantes del ámbito académico y de la ciencia hasta el presente. Actualmente, el ámbito académico y la ciencia se aferran al uniformitarismo y a la macro-evolución biológica con todas sus fuerzas. Sin embargo, se han observado grandes divisiones en las filas. Durante los últimos 50 años se ha recolectado una enorme cantidad de información que apoya al catastrofismo y al diseño inteligente.

La erupción del Monte Santa Helena, y la erosión subsiguiente, nos han enseñado que la sedimentación rápida y la erosión rápida de cañones son un hecho. No toman años para formarse. No se necesita ser un genio para saber que los seres vivos no pueden ser fosilizados a menos que sean enterrados rápidamente.

Con respecto a la macro-evolución biológica:

• No se han encontrado fósiles transicionales; los museos deberían estar llenos de ellos.
• Han proliferado las trampas, las falsificaciones, y las tergiversaciones.
• Los evolucionistas no pueden explicar el origen de la vida.
• Los evolucionistas no pueden explicar la complejidad ni la complejidad irreducible.
• Los evolucionistas no pueden explicar la consciencia.

Muchos en la ciencia y en el ámbito académico tienen una arraigada creencia religiosa en el uniformitarismo y la evolución, a pesar de toda la evidencia que apunta en sentido contrario. Esto es comprensible desde varios puntos de vista:

• No querer responsabilizarse ante un Dios, al que tendrían que aceptar si permitieran que los datos científicos moldearan sus creencias científicas.
• Su conflicto de intereses se revela por su total negativa a considerar la creación especial como una posible explicación alternativa, especialmente cuando la evidencia fósil está frente a sus narices.
• El hecho de que sus teorías originales estuvieron basadas en motivos políticos religiosos. El Dr. Henry Morris afirmó que esto era cierto en el caso de Sir Charles Lyell. Una emisora radial pública le hizo una interesante pregunta a Julian Huxley, nieto de Thomas Huxley, “el perro de presa de Darwin,” primer director de la UNESCO y prominente evolucionista. Se le preguntó por qué la evolución fue aceptada tan rápidamente. No contestó nada relativo a la evidencia científica. Dijo que la razón que llegó a ser tan popular fue porque no interfería con nuestras prácticas sexuales.

Por consiguiente, la evidencia conduce definitivamente al hecho de que el nuevo cambio de paradigma de una sólida creencia en la Biblia, el diluvio bíblico y una tierra joven, al escepticismo de la Biblia, el rechazo del diluvio bíblico de Noé, y una tierra vieja, ocurrió como consecuencia de utilizar la bandera de la ciencia para promover una creencia religiosa, en lugar de estar basado en evidencias científicas. Las teorías del uniformitarismo y de la evolución fueron las herramientas para lograr esto.